Introducción al mundo de las dictaduras

En este blog trataremos de ayudaros a descubrir y profundizar un poco más en eso que ya conocemos. La dictadura no es sólo como siempre hemos creído un único hombre que dirige a su antojo un país sino que detrás de todo eso hay mucho más, una estructura de gobierno.
A la par, iremos introduciendo información sobre los contenidos vistos en clase e investigaciones de temas que nos han llamado la atención.
Esperemos que lo disfrutéis.

martes, 7 de diciembre de 2010

El Ejército en los comienzos de la Dictadura.

   Mientras esa Argentina letal y secreta preparaba los andamios del nuevo régimen, en la superficie institucional su representante, Videla, ocupaba un lugar visible en la historia. Apenas asumió la comandancia, trabajó en dos direcciones: la cohesión del Ejército y su absoluta subordinación a la guerra abierta -en Tucumán y en otras zonas urbanas rurales- y a la guerra secreta, es decir, al funcionamiento de unidades de de combate clandestinas, que desplegaran la inteligencia militar como arma eficaz para la represión. Este método no era novedoso, por supuesto. Había sido empleado en Argelia, Vietnam y en el Chile de Augusto Pinochet. 
     La diferencia radicaba en que, por primera vez en la historia del Ejército, Videla, su jefe, no tendría límites morales ni políticos en el camino de apañar, potenciar, armar y lanzar a la calle a los grupos de oficiales estructurados como una pequeña célula terrorista. Es decir, Videla no dudaba acerca de la conveniencia de armar un Ejército de catacumbas, formado por células de oficiales, con nombres falsos, centros clandestinos de interrogatorio y mandos paralelos. La columna vertebral de las operaciones militares sería el uso intensivo de la inteligencia a partir de la información sobre los rebeldes arrancada de los interrogatorios. La tradición de torturar a los opositores venía del fondo de la historia de Argentina, pero era también una convicción profunda de Videla, "porque una guerra de inteligencia es una guerra de información. Estoy seguro de que es este momento en alguna comisaría se está torturando, porque cuando se quiere llevar adelante una investigación en serio..."

    Videla creyó necesario armar un ejército subterráneo como el de sus enemigos, y mutar al Ejército preparado para la defensa nacional en uno esencialmente dedicado a la cacería de civiles.
     Todo esto supone la organización del Ejército que poco a poco se convertiría en un órgano de crueldad extrema con esta Dictadura.



El general Jorge Rafael Videla (centro) rinde protesta como presidente de Argentina después de deponer mediante un golpe de Estado a María Estela Martínez de Perón, el 24 de marzo de 1976. Lo acompañan en la imagen Emilio Massera (izquierda) y Orlando Agosti (derecha). Los tres integraron la junta que instauró una dictadura en el país sudamericano. Videla está acusado de crímenes de lesa humanidad junto con otros 29 militares y policías. Ayer cerró la jornada 31 del juicio que se realiza en su contra en Córdoba Foto Ap
Videla admite que el Ejército Argentino actuó con crueldad durante la Dictadura.


Bibliografía:

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